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Albendín, la semana del tambor y del silencio
Autor :
Jose Antonio López
3 de mayo de 2025
La Semana Santa de Albendín no necesita grandes focos ni multitudes para conmover. Aquí, en este rincón blanco de la campiña cordobesa, la Pasión se vive con el pulso lento de lo auténtico. Albendín es un pueblo pequeñito, de apenas 1500 habitantes, y sin embargo, durante estos días, se transforma por completo: las calles se vacían de lo cotidiano y se llenan de incienso, recogimiento y memoria compartida.
Su tradición cofrade se remonta a finales del siglo XIX, lo que en Albendín se celebra es tan antiguo como el latido del pueblo. Las procesiones avanzan con solemnidad entre fachadas encaladas, guiadas por vecinos que, más que cargar imágenes, sostienen el peso emocional de una herencia que han hecho suya. La música, la cera, las saetas y el silencio se entrelazan para crear una liturgia de calle que no se puede entender desde fuera, solo vivir.
Cada paso es un acto de fe, pero también de comunidad. Las cofradías no son ajenas, son familia; las imágenes no son ajenas, son parte del alma colectiva. Albendín, en esos días, se convierte en un poema andante, donde lo espiritual se encuentra con lo humano en una escenografía de luces tenues, sombras alargadas y emoción contenida.
Con estas fotografías he querido contar, a mi manera, lo que los ojos no siempre alcanzan: la emoción callada que recorre Albendín en Semana Santa.
Jose Antonio López
Fabulosa colección. Solo una persona tan religiosa como tú podría haber reflejado tan fielmente estas costumbres de los pueblos indígenas.