
Empecé con esas cámaras pequeñitas de 3 megapixeles que llevaba colgada de la muñeca todo el día.
Cuando mi hijo decidió que su mundo era el ciclismo, yo calmaba mis nervios en carrera evadiendome con mi cámara.
Pero descubrí que ademas de calmar mis nervios, disfrutaba con los resultados.
Voy a mi ritmo, aunque me esfuerzo por probar otros tipos de fotografía, por la edición, y por el todo lo que rodea el mundo de la fotografia, pero realmente es con el ciclismo y con el retrato con lo que me siento cómoda.
- Maite Garcia
- Minimalista