
Su inicio en la fotografía data a finales de los años 50.
Fue un experto en las técnicas de laboratorio.
Fotografo de mirada inteligente, de fotografía directa sin escepticismos buscaba captar los acontecimientos de la calle y la cotaniedad.
De los numerosos premios conseguidos hay que destacar tres fotografías premiadas en el diario Pravda de la desaparecida Union Sovietica.
Cabe destacar de sus colecciones, las dedicadas a la agricultura y a la vida payesía, a la masía Can Rosés y sobretodo al reportage que hizo sobre el oficio de los ladrilleros en la Bobiles.