Entre Gavà y Castelldefels, bosques y campos se despliegan por el territorio. Ahora por aqui, ahora por allá, alguna construcción aislada, o sólo su rastro. Un territorio que tiene carácter provisional. Según la planificación, un 27% del área se transformará en edificios residenciales. Estas fotografías son una mirada en el momento de antes del posible cambio.

El conjunto de imágenes, más allá de una suma de anécdotas, pretende transportar dentro de este espacio. Sentir el calor, el frío, la amenaza de lluvia, el viento entre árboles, la noche que llega.

La exposición pretende invitar a reflexionar sobre la contraposición de progreso y conservación. En las imágenes no se muestra el cambio que tarde o temprano llegará. Pero sí se ven transformaciones que ya habían afectado al territorio, escombros de masías, naves industriales derribadas, canteras abandonadas. Y por toda la mano de la naturaleza, que paciente y constante, paso a paso, va volviendo a reconquistar terrenos.

La exposición permanecerá abierta hasta el 5 de mayo